miércoles, 28 de noviembre de 2012

El compromiso con la vida



Comprometerse con la vida significa tomarla tal como es, y que más allá de lo que nos suceda dejemos de luchar, contra la vida y contra nosotros mismos.

Nuestra experiencia vital es una representación del mundo. Al abrazarla tal como es estamos abrazando, perdonando al mundo. No se trata de resignación ni de pretender transformar nuestra vida para que sea mejor, sino de asentir a ella tal como es, observando nuestras resistencias, sin tratar de estar feliz todo el tiempo.

Al conectarte a la vida pese a todo, estás llevado por la corriente y las cosas se vuelven fáciles.

Tomar la vida como es, es igual a aceptarse uno mismo tal como uno es. No desde el conformismo, que conlleva resentimiento, sino desde el asentimiento a este momento.

Cuando estás conectado con la vida tomas el dolor cuando lo hay. Aprendes en lugar de luchar y quedar resentido. Para una verdadera transformación, primero tiene que haber aceptación, asentimiento a lo que ya es. Y si hay dolor, confirmar el hecho de que te duele. Al reconocer lo que está en ti tomas fuerza. Sobre eso uno se puede transformar, sobre el autoengaño, en cambio, no.